viernes, 19 de diciembre de 2014

La plaza de la Estrella, PATRICK MODIANO

Primera novela del autor, en la misma línea que la última, perteneciente a Trilogía de la ocupación

La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero

Entre la biografía y la novela; entre la novela y el ensayo. Así podríamos definir esta obra de Rosa Montero, en la que la vida de Pierre y Madame Curi se mezcla con la de la autora y le prmite una serie de reflexiones acerca de diversos temas como la muerte, la diferencia entre los sexos, el amor... pero, sobre todo, la profundidad de la tristeza por la ausencia de un ser amado y la fuerza de la vida .
Una obra próxima al lector que comparte con la autora muchos de los sentimientos que esta manifiesta.

martes, 25 de noviembre de 2014

LA HIERBA DE LAS NOCHES de PATRICK MODIANO

Será el último Premio Nobel, pero esta, su última obra, me ha dejado fría. La sensación de vacuidad late en toda la novela por la que deambulan unos personajes de los que apenas sabemos cuatro cosas, no conocemos cómo son ni lo que piensan ni lo que hacen ... No ocurre nada y tampoco nos recreamos en los sentimientos. No divierte, no avanza, no emociona...
Con tanto que hay para leer, es una pena perder el tiempo con una ¿novela? De la que no he sacado absolutamente nada positivo.
¿Que escribe bien? Muchas personas escriben bien y lo hacen contando algo interesante, emocionante, impactante o divertido. No es el caso.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Jorge Zepeda Patterson, El cuarenta y cuatro

El mexicano Jorge Zepeda, premio Planeta 2014, recrea literariamente la muerte de los cuarenta y tres estudiantes normalistas en Iguala.


Morirse no es como lo pintan. Me gustaría decirles que vi un rayo de luz o que escuché la música de los arcángeles, pero la negrura sólo dejaba ver reflejos de luna sobre las pistolas de los pinches matones y los fogonazos intermitentes cuando apretaban los gatillos. Y de oír, nada. El corazón me tronaba más fuerte que los gritos de mis compas o quizá sería el balazo que me rompió el oído un rato antes cuando tumbaron a José porque no quiso bajarse del camión. El caso es que yo ya nomás oía para adentro. Aunque adentro tampoco había mucha música: traía ya las tripas revueltas y me sacudían arcadas como las que le dan al perro del conserje de la escuela.
Pensé que andaba con suerte. Esa misma mañana Matilde me había mandado a decir que sí. O casi; es hija de los riquillos del pueblo, los Fonseca de la ferretería, y para su papá soy punto menos que el diablo. Ni siquiera me conoce, pero prefiere como yerno a cualquier pelagatos que a un normalista que nunca saldrá de pobre como yo, trabajando de maestro de escuela pública. Pero la Matilde es de buena ley, quedamos de vernos el sábado atrás del camposanto para platicarnos. Si agarro el camión de las siete, para el mediodía estoy llegando a Tarinco. Llevaré el anillo que le compré en Taxco y una cobija. Con suerte dice que sí a todo.
Así que cuando me fueron dejando de lado mientras bajaban a los otros pensé que era mi día de suerte. Tenía meses sobando las palabras que le iba a decir y estaba seguro que la vida no me iba a dejar en la puritita orilla. Seguro que el destino me estaba dejando al último porque algo iba a pasar: igual me puedo morir la semana siguiente, pero no antes de besar a Matilde, tocar sus piernas, bajarle el sol y las estrellas. Algo tendrá que impedir lo que está pasando. Llegarán los soldados y se armará la balacera o un capo de los narcos aparecerá para gritar a todo pulmón, “qué pendejada están haciendo, cabrones”. Yo mismo escuché la frase dos veces en la cabeza y la musité en voz baja.
Pero los cabrones nunca la oyeron. Uno de ellos, el que parecía el jefe, me vio y me dijo “No te hagas güey, güerito”, y movió la cabeza para que bajara. Soy más prieto que el zapote pero desde niño me dicen el Gringo por el ojo verde. Cómo será de fuerte mi querencia por Matilde que todavía en ese momento estaba convencido de que yo andaba con suerte. El tono con el que me cuchilió para que saliera del camión era cariñoso; un hombre alto con chamarra de borrego. A otros los habían movido a punta de insultos y tubazos. “Este no me va a matar”, pensé. Y no me equivoqué, pero fue lo único a lo que le atiné esa noche.
Detrás del enchamarrado apareció un tipo con las mangas arremangadas y la cara pringada de gotas rojas como si hubiera estado comiendo sandías. En cuanto apoyé el pie en la tierra el culero me dio un golpe en la pierna con una barra de metal. Escuché el crujido de la rodilla y a pesar del aullido de dolor me consolé pensando que había sido la izquierda y no la derecha; es temida por todos los porteros en el torneo de fut de la escuela.
Quedé tirado y encogido metido en la burbuja de un dolor animal; era de color amarillo. Luego volví a escuchar la voz del hombre alto: “Ya, dale de una vez”. Y de nuevo pensé que sonaba cariñoso. Luego oí un plomazo y el amarillo se hizo negro. No, la muerte no es como la pintan.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Begoña


Son muchas las frases con las que la hemos despedido y más los adjetivos con los que hemos tratado de resaltar su esencia; no añadiré ninguno  a la larga lista, pero insistiré en dos: alegre y vital. Por eso no diré que ha muerto ni que nos ha dejado, porque seguirá existiendo en nuestro día a día cada vez  que riamos con los amigos; porque yo la recordaré así, charlando y riendo en torno a una mesa, más que presentando uno de sus libros.


domingo, 26 de octubre de 2014

Tokio blues

Watanabe, el personaje principal, es tan real que podría pasar a nuestro lado en cualquier momento. Estudia, trabaja, hace la compra y la colada, y se enamora como cualquiera. Pero no es vulgar, sino especial. No sabe bien lo que quiere, pero sí lo que no quiere.
Con él nos damos cuenta de que nada es blanco o negro, sino con matices; de que la vida no es fácil y de que la soledad a los veinte años es angustiosa.


Hasta ahora, el mejor libro que he leído de Murakami.

domingo, 19 de octubre de 2014

La décima sinfonía, Joseph Gelinek

 La idea de que Beethoven podría haber escrito una Décima Sinfonía es el argumento sobre el que gira  esta obra. Una novelita de intriga sin más pretensiones que tratar sobre la vida y la obra del gran compositor de la Novena Sinfonía.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Lectura



Juan José Millas, Cuerpo y Prótesis

Si como novelista no se encuentra entre mis preferidos, como columnista es uno de los mejores. Tiene la ironía , el humor, la gracia para decir y para sugerir. Genial.
El enlace para leer los artículos es este:

http://www.prisaediciones.com/uploads/ficheros/libro/primeras-paginas/200903/primeras-paginas-cuerpo-protesis.pdf

La tienda de los suicidas

Humor negro a raudales.
Un niño que sonríe , en un local que vive de la muerte , es una desgracia para unos padres que se regocijan ante la depresión de sus otros vástagos. Pero en todas las familias hay una oveja descarriada...
Por las noches es tan hermoso ver cómo los suicidas caen de los rascacielos...
Lo dicho.

viernes, 19 de septiembre de 2014

lunes, 15 de septiembre de 2014

Manual del perfecto cuentista, Horacio Quiroga

Comenzaremos por el final. Me he convencido de que, del mismo modo que en el soneto, el cuento empieza por el fin. Nada en el mundo parecería más fácil que hallar la frase final para una historia que, precisamente, acaba de concluir.Nada, sin embargo, es más difícil.
Encontré una vez a un amigo mío, excelente cuentista, llorando, de codos sobre un cuento que no podía terminar. Faltábale sólo la frase final. Pero no la veía, sollozaba, sin lograr verla así tampoco.
He observado que el llanto sirve por lo general en literatura para vivir el cuento, al modo ruso; pero no para escribirlo. Podría asegurarse a ojos cerrados que toda historia que hace sollozar a su autor al escribirla, admite matemáticamente esta frase final:
"¡Estaba muerta!"


http://orientacionandujar.files.wordpress.com/2010/04/manuel-del-perfecto-cuentista.docx

lunes, 8 de septiembre de 2014

domingo, 7 de septiembre de 2014

Fharenheit 451, Ray Bradbury

En un futuro imaginario, los libros son quemados para evitar que la gente lea y piense. Una buena fábula sobre la alienación de la sociedad.

Lectura


La mujer justa, Sandor Marai

Tres personajes toman la palabra para contarnos la relación existente entre ellos, pero lo que en un principio parece ser un mismo hecho contado desde tres perspectivas distintas, se convierte en una historia independiente de cada uno con algunos puntos en común que son inevitables para dar conexión al relato.

Y de pronto comprendí que la persona justa no existe. Ni en el cielo ni en la tierra, ni en ningún otro lugar. Simplemente hay personas, y en cada una hay una pizca de la persona justa, pero ninguna tiene todo lo que esperamos y deseamos.

En brazos de la mujer madura, Stephen Vizinczey

Capítulos casi independientes que nos enseñan el aprendizaje sexual de un joven. Aunque el personaje hace alusión a hechos narrados anteriormente, cada episodio trata un tema cerrado. En mi opinión, son muy superiores los acontecimientos relativos a los primeros años, cuando apenas es un niño.

El síndrome de Anastasia, Mary Higgins Clark

Relatos entretenidos en los que la nota dominante es el suspense, que la autora domina como pocos autores.

Elegidas, Kristina Ohlsson

Para pasar el rato. Una de tantas.

Ortografía


Historias de Cronopios y de Famas, de Julio Cortázar

De nuevo, único.



La piedra lunar, Wilkie Collins


Magnífica historia para los amantes de la novela policíaca en la que el misterio va intensificándose a medida que avanza.

Contada de manera lineal por distintos personajes que adoptan distintos puntos de vista de acuerdo con su carácter, consigue el autor interesar y divertir al mismo tiempo. Entrañable el personaje del mayordomo y genial el de la señorita Clarc.
Todo bien, excepto los comentarios machistas salpicados por la novela y que, aunque son atribuidos a los autores de los mismos, evidencian la mentalidad del XIX.

Os dous de sempre, Castelao

Sempre me lembro do escrequenado Rañolas e do lambón de Pedriño. Pero ao reler, desmpois de tantos anos, encontro matices que antes non vira e tamèn quedo pampa ao descubrir o que a memoria é capaz de manter: frases enteiras, pasaxes esquecidos pero vivos na mente...

Divergente

Una más de ciencia ficción que va decayendo a medida que avanza. ¿Por qué ese empeño de hacer una trilogía cuando podría resolverse en un solo volumen?

Ortografía


sábado, 12 de julio de 2014

La rosa, de Camilo José Cela

Primera parte de sus memorias, escrita, según él, a los 32 años, que nos permite apreciar  toques de humor tan del gusto del autor.
Su infancia en Iria y en Tuy nos descubren a un niño que siente y piensa como tal, aunque a veces sea la pluma del escritor adulto la que nos hace sonreír, e incluso reír, con páginas realmente geniales.
Muy recomendable si se consigue pasar las primeras páginas en las que la genealogía ocupa el lugar principal.

Merlín e familia, Álvaro Cunqueiro

Volver a leerlo me ha permitido apreciar la imaginación del autor y la fantasía con la que envuelve todos los episodios que se suceden en esta mágica novela.

El cielo ha vuelto, Clara Sánchez

Ganadora del premio Planeta 2013.
¿Pero quién forma parte del jurado? ¿ No había nada mejor?

domingo, 8 de junio de 2014

De nuevo, Cien años de soledad, García Márquez


No es lo mismo leer una novela en la adolescencia que hacerlo en la madurez. Algunas que nos entusiasmaron entonces no pasarían ahora del primer capítulo y las que se continúan no tienen mucho que ver con aquellas , aunque sean las mismas.
Cien años de soledad no es la misma que leí entonces, aunque sus palabras sean iguales. Hay cantidad de matices que antes no capté,episodios que no supe leer, voces que no distinguí; deseosa de desentrañar esa maraña de nombres iguales que inundan la novela.
Me encantaría seleccionar el tema que más me ha gustado, pero siempre habría otro que merecería anteponerse. Por eso, he elegido un texto que me ha impresionado porque no recuerdo a nadie que, como García Márquez, haya sabido rodear la muerte de tanta poesía.


"Poco después, cuando el carpintero le tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas. Cayeron toda la noche sobre el pueblo en una tormenta silenciosa , y cubrieron los techos y atascaron las puertas, y sofocaron a los animales que durmieron a la intemperie. Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro."

martes, 27 de mayo de 2014

La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares


Muy buena novela en la que se busca la eternidad, aunque uno mismo no sea consciente de ella... ¿o sí?  Hay que leerla para ver lo bien planeada que está su trama y para ir comprobando cómo se suceden los acontecimientos en la medida en que los va descubriendo el protagonista, a través de un procedimiento de inmersión.

La piel del cielo, Elena Poniatowska

De orígenes humildes, Lorenzo de Tena llegará a convertirse en un gran astrónomo. Toda su vida se supeditará a su gran pasión por los astros y el firmamento.

A veces, novela; a veces, estudio científico. Con innumerables tecnicismos que desconciertan al lector, que, por momentos, siente la necesidad de saltarse páginas enteras.

Premio Alfaguara de novela 2001 
Elena Poniatowska

lunes, 26 de mayo de 2014

Zapatistas


Extracto del discurso del subcomandante Marcos del 25 de mayo de 2014

Contra la muerte, nosotros demandamos vida.
Contra el silencio, exigimos la palabra y el respeto.
Contra el olvido, la memoria.
Contra la humillación y el desprecio, la dignidad.
Contra la opresión, la rebeldía.
Contra la esclavitud, la libertad.
Contra la imposición, la democracia.
Contra el crimen, la justicia.





Tiene tantos nombres la injusticia y son tantos los gritos que provoca

Discurso completo

martes, 22 de abril de 2014

La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joël Dickers

La verdad es que, después de leer el libro, no entiendo el bombo que se le ha dado. Con repeticiones
innecesarias, estructura forzada para explicar los acontecimientos sin desvelarlo todo hasta el final y unos personajes carentes de profundidad hacen de esta novela una obra de consumo fácil que pasará a engrosar las estanterías, sin más.
Pero, fiel a lo que un día dije, hasta del peor libro podemos extraer algo interesante. Y esto es lo que me parece digno de recordar:

“«Harry, si tuviera que quedarme con una sola de todas sus lecciones, ¿cuál sería?
—Le devuelvo la pregunta.
—Para mí sería la importancia de saber caer .
—Estoy completamente de acuerdo con usted. La vida es una larga caída, Marcus. Lo más importante es saber caer.»”


martes, 25 de marzo de 2014

1Q84, Murakami

¿Ciencia ficción? Más ficción que ciencia.
Los dos primeros libros, pese a las repeticiones , dejan entrever algo mejor que lo que se desarrolla en el tercero.
El autor deja sin contestar tantas preguntas importantes que te lleva a la conclusión de que así cualquiera puede escribir.
Al final, un libro más que entretiene durante un rato, pero que no deja poso.

lunes, 3 de marzo de 2014

Y las montañas hablaron, khaled Hosseini

De nuevo, el autor recrea Afganistán en un mosaico variopinto de personajes que se entrelazan en algún momento de sus vidas.
La historia empieza con el viaje que Abdulá realiza junto a su padre y su hemana Pari, por la que siente un cariño paternal, a la ciudad de Kabul. El retorno a su aldea marcará ya de por vida su personalidad.
Varias generaciones se sucecen en esta historia que es un compendio de pequeños dramas personales.

martes, 4 de febrero de 2014

Intemperie, Jesús Carrasco

Un niño abandona su casa para escapar del maltrato al que se ve sometido y en su camino se encuentra con un viejo pastor de cabras.

Fue considerada por El País como una de las mejores novelas del año 2013.
Me resultó excesivamente lenta y descriptiva.
No me gustó, a pesar de reconocer que está bien escrita.

Las corrientes oceánicas, Félix J. Palma

¿Se puede continuar viviendo tras haber visto el rostro de un hijo muerto?

Así comienza el segundo capítulo de esta historia que no sé bien cómo catalogar. Parecen dos obras distintas: una , la primera, profundamente reflexiva ; otra, ajena a todo lo anterior. Al final, ambas parecen unirse al retomar el tono del principio. 
Me ha gustado  y leeré más de este autor que descubrí hace solo un año , pero con el que llevo pasados muy buenos momentos.