miércoles, 28 de abril de 2021

A Lupita le gustaba planchar, Laura Esquivel

Lupita es una agente de policía que se emborracha y pierde los papeles y la noción de la realidad. Ha sufrido condena por matar accidentalmente a su hijo. Ha visto morir a un hombre inexplicablemente delante de ella y se ha orinado en los pantalones. Pero es buena deduciendo y acabará por descubrir el misterio.

Obra un poco floja si la comparamos con otras de la autora.

La ley del menor

Una magistrada de menores debe decidir si se le hace una transfusión de sangre para salvarle la vida a un adolescente que es testigo de Jehová.

La mancha humana, Philip Roth

Un respetado profesor de universidad es acusado de racismo por una de sus alumnas que nunca ha asistido a clase. A partir de ahí conocemos a los distintos personajes de esta historia, sus deseos y sus miserias. La historia se complica a medida que avanzamos en su lectura y conocemos al personaje principal.

El último hombre, Mary Shelley

Como si de dos historias se tratara, el libro cuenta en la primera mitad la vida de los personajes desde que se conocen, forman familias y viven una existencia casi idílica, para pasar en la segunda parte a describir la destrucción del mundo asolado por la peste.

La mujer justa, Sandor Marai

Tres personajes, tres historias que forman una; diferentes puntos de vista.

Hay instantes en la vida en que lo ves todo claro, con absoluta lucidez: vuelves a descubrir energías y posibilidades escondidas, y comprendes por qué has sido tan cobarde o tan débil. Esos momentos constituyen puntos de inflexión en la vida. Llegan sin avisar, como la muerte o la conversión.

Luces rojas, George Simenon

Cuando emprendieron su camino aquella noche para recoger a los niños en las colonias de verano, no se imaginaron que no sería un trayecto cualquiera. Como siempre, él querría parar en los bares de carretera a echar un trago y ella se lo recriminaría.Lo amenazó con que , si volvía a parar, se marcharía sin él.

La amiga estupenda, Elena Ferrante

Cuando conocemos a las dos amigas, creemos que una de ellas toma a la otra como modelo y adapta su comportamiento de acuerdo con la forma de ser de aquella. La admira por ser autodidacta, por el éxito que tiene entre los chicos, por su valentía. Pero llegaremos a darnos cuenta de que la dependencia es mutua y de que se complementan. El relato va desde la niñez a la adolescencia, muy bien narrado, a veces con pormenores que nos llevarán a entender los cambios que se producen en los dos personajes. Primera de una serie. Seguiré leyendo.