domingo, 24 de octubre de 2010

Historia de dos ciudades, de Charles Dickens


París y Londres son los dos escenarios en los que se desarrolla la acción de este libro.
Los personajes arrastran un pasado que volverá a ellos cuando menos lo esperen en medio del clima de terror de la Francia de finales del XVIII. Pero los seres humanos, incluso aquellos que parecen despreciables, son capaces de los mayores sacrificios y de inclinar con ellos la balanza hacia el bien.
Seguro que os gustará.

Si queréis leer esta historia, podéis pinchar en el título y accederéis al texto íntegro.

2 comentarios:

Débora Pardal dijo...

Historia de dos ciudades.
Charles Dickens.
Primer capítulo:
Me parece un libro bastante bueno por lo que llevo leido.
Explica muy bien la importancia que alguna gente da a ayudar a los más desfavorecidos.
Mi opinión hacia ese tema es que aunque tengas mucho dinero, salud, amistades...vamos que seas rico en muchos aspectos no te da derecho a pasar de las circunstancias que están pasando otras personas en su vida, entonces si tenemos medios, debemos ayudarlos en lo que podamos.

Ángela 3ºB dijo...

HISTORIA DE DOS CIUDADES, Charles Dickens:
Dos ciudades están unidas por un fuerte vínculo:
En Inglaterra, el doctor Manette es “resucitado” y no se encuentra en sus plenas facultades mentales: siente la necesidad de fabricar zapatos continuamente en su banco de trabajo. Su hija se llama Lucie. Lorry, un amigo de la hija del doctor Manette, es el que lo resucita por una cuestión de negocios.
El doctor es hospedado en la posada de los Defarge en su llegada a Francia. Lucie conoce a su padre y se van a vivir juntos cuando este recupera la memoria. Su criada era la señorita Pross.
En esa época, en la región de Francia donde él se encuentra, gobierna un marqués muy tirano con el pueblo, sumiso bajo sus riquezas. El marqués tiene un sobrino, Charles Darnay, al que juzgan en el tribunal cuando es acusado de ser un narcotraficante. En el juicio asisten como testigos Lucie y su padre, pues lo conocían del trayecto que habían realizado en barco hasta Francia, junto con otro hombre igualito a Darnay, Sydney Carton. Charles fue declarado inocente. A partir de ahí, tanto Darnay como Carton quedan prendados de Lucie.
Tellson era un banco londinense que tenía empleados muy ancianos, entre ellos, Lorry, el amigo de Lucie. El banco tenía un guarda de seguridad, Cruncher, que era desenterrador de cadáveres por la noche. Este tenía un hijo que quería seguir sus pasos.
Lucie rechaza a Carton, pero a este no le importa, pues solo quiere lo mejor para ella. Finalmente, se casa con Darnay. Este le revela al doctor Manette su verdadero nombre, Evrémonde. Los novios se van de luna de miel, y en ese tiempo, el docto tiene una recaída y vuelve a fabricar zapatos. Lorry y la señorita Pross deciden ocultárselo a Lucie, porque el doctor pronto se recuperó. Tuvieron una hija, llamada también Lucie.
Tiempo después del casamiento, madame Defarge, la mujer del posadero que lo había hospedado en su llegada a Francia, lo denunció. Esta lo odiaba tremendamente, porque era el sobrino del marqués que acabó sin piedad con la vida de su hermano. Le juzgaron de nuevo y lo metieron en la cárcel, pero con la ayuda del doctor Mannette, (que estuvo preso en la Bastilla y tenía gran reconocimiento por los presos) quedó en libertad. A pesar de todo, al cabo de unos días, lo volvieron a meter en la cárcel, y esta vez para ser ejecutado. Carton, que quería muchísimo a Lucie y habría hecho cualquier cosa para que ella fuese feliz, se hizo pasar por Darnay (pues eran idénticos) para ser ejecutado en su lugar. En su viaje hacia la guillotina, fue cogido de la mano de una pobre mujer que iba a cumplir su mismo destino.
El doctor Manette volvió a recaer en su delirio, pero esta vez fue mucho peor, pues su banco de trabajo, había sido destruido por Lorry y por la señorita Pross.
Madame Defarge fue asesinada de un tiro por la señorita Pross cuando intentó matar a Lucie.
Lucie como agradecimiento a Carton por morir para salvar a su marido, le puso de nombre a su siguiente hijo, Sydney.